DUNA AL DESNUDO
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Diálogo de copas



Escucho, perpleja, el rumor
que percibo de las copas.
El diálogo arbóreo
presagia cambios.
No llego a discernir,
si es un aviso
de lo que está por venir,
o una queja ante la desnudez
de las ramas.
Hay frío.
Una lluvia dorada
de hojas muertas
alfombra mis pasos;
mientras su voz asmática
distrae mi atención, y
extrae de mi interior
una incertidumbre placentera.

¿Qué haremos cuando llegue
el frío apuñalando nuestro costado
y clave sus dientes afilados
en la trémula carne de la tarde?

Acompáñenme en esta hora
de caracol sobre la esfera del bosque;
y pisemos el oro, antes que el blanco
mida los zapatos.

Duna

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basĭum



El tiempo, amable, quiso detenerse
entre la afirmación y negación
convirtiendo los años en dos gotas
de dulcísimo sudor.
Apenas, las entradas de la vida
soportaron el último temblor
como benevolente soledad
no carente de temor.

Es tu beso mi dolor.

Duna
Safe Creative #1311219398901

Cielo caducado (I)



El comfort pareciera mi cobijo más peligroso.
Sus ramas conforman el abrazo
y su entrada es sencilla.
Camino con zapatos nuevos,
y recorro sueños atroces, dobleces, e historias.
Pero, siempre es temprano
para colocar laureles.
El tiempo tirita y se miente.
El aire de la noche es prieto,
y la vigilia tiene gotas de sal.

¿Qué hacer, pues?
Encaro las espaldas,
entono un réquiem sincerísimo,
y sigo cosechando caridad
para el último exorcismo.

Así, acaso
pueda disfrutar
un rastro de esplendor
de alguna estación virginal.

Imagino flores y sangre
en esas manos que tan bien conozco
y tiemblo ante la verdad más original.

Duna
(Fragmento de "El cielo caducado")

Safe Creative #1311079141648

anhēlus


¿Dónde puedo comprar el pedazo de mar,
vital para mí, que me inflama y me hiela,
en el que puedo palpar la eternidad?
Mis costillas anhelan la nana blanquiazul;
la marejada de días grises, donde podría vivir
toda una vida o morir en un instante.
Oh inmensidad eterna contenida en la cavidad
de mis ojos, me puedes cuando te desbordas
como leche hirviendo, como rocío sobre los tejados
inocentes del milagro.
¿Quién me regala un pedazo de mar?
Los viejos bucaneros llevan su parte
en las entrañas; en las manos agrietadas;
en la piel de sal. Pero yo no tengo más mar
que el que inventan mis pies sobre la piedra.
En mi sitio solo hay mar de nubes, mar de dudas,
mar de ansias...y mar de soledad.
Dadme la mar enarbolada o calma;
hacedme un sitio entre el agua y la espuma
donde pueda habitar por los siglos de los siglos.
Porque si en algún lugar puedo sentirme inmortal
es en la mar.

Duna
Safe Creative #1311039047423
 

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